Los lentes de contacto de colores son una opción diferente para cambiar de look. Hay diferentes tipos y cada una se adapta a una necesidad ya que puede que algunas busqué este cambio de manera puntual, por ejemplo para acudir a un evento importante, o incluso que tengas pensado hacer un cambio radical a tu mirada por una temporada.
A la hora de elegir los lentes de colores tenes que tener en cuenta cuáles son los parámetros del radio ocular y el diámetro que necesitas, ya que son como las lentes de contacto normal y la adaptación debe ser acorde a tu ojo. Para conocer los parámetros debes acudir a un oftalmologo u óptico que te asesore sobre cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades. De esta forma te vas a asegurar de que la forma y tamaño del lente cubra por completo el iris para que no se note que los llevas puestos.
Una vez elegidos, el siguiente paso consiste en elegir el color. Para ello, una buena opción es probar con varios modelos y elegir el que más te guste, procurando que parezca lo más natural posible.
Con todo, la tipología de los lentes de colores se puede clasificar en función del tiempo que podamos llevarlos puestos así como de la intensidad del color. En primer lugar, existen lentes de colores diarios o mensuales que están especialmente pensadas para usarlas una vez y desecharlas o, por el contrario, para utilizarlas de manera más prolongada.
Eligi el color de los lentes que más te favorezca. Se puede distinguir entre los lentes que aportan una mayor definición a nuestros ojos, potenciando así su color natural, ya sean claros u oscuros. También existen los lentes opacos, que están diseñados para cubrir totalmente el color original del ojo y que te sirve para lucir otro totalmente diferente y por qué no, exótico, como azul zafiro, verde, miel, violeta o incluso gris.
Como ocurre con las lentes de contacto, los aspectos a tener en cuenta son los relativos a no dormir con ellas puestas ni usar las de los demás. Además siempre hay que procurar manipularlas con las manos limpias y mantenerlas hidratadas en su caja correspondiente para evitar infecciones. La mayoría de estos lentes no tienen aumento o graduación y por lo general se suelen usar por motivos meramente estéticos. Sin embargo, la popularización de su uso ha generado la demanda de lentes de colores graduadas. Otras características es que son blandas y neutras. Como incovenientes, nos encontramos con que en ocasiones la lente se puede desplazar de su posición o que cuando hay poca luz nos distorsione la visión al dilatarse la pupila aunque en condiciones normales este tipo de lentillas no afecta a la visión.
Lo más recomendable para quienes no estén habituadas a llevar las lentes es ir adaptándolas a nuestro ojo progresivamente. Es decir, el primer día llevarlas un par de horas para ir acostumbrandote poco a poco hasta que llegue el momento en el que ni los notes.
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